Estamos acostumbrados a hogares en los que sobra el buen gusto y la decoración. Quizás las viviendas en Valparaíso son más precarias, pero tienen tanta vida en sus expresiones artísticas, que las hacen ver tanto o más valiosas que nuestros propios hogares.
Si bien el puerto y sus cerros tienen como factor negativo la delincuencia, esta experiencia de conocer más allá, incursionar en los lugares más escondidos del lugar, y conocer historias nuevas, hizo olvidarnos de todo lo que nos podría asustar en el camino.
Sin duda fue una experiencia entretenida y enriquecedora y agradezco haber podido tener la oportunidad de recorrer Valparaíso con un ojo distinto al que hacía cuando era más chica. =)